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la Via Urbana

Verso un Fondo Popolare per il Diritto alla Terra e alla Casa

Dal Foro Sociale delle Americhe, 2004.

Oggi più un miliardo di persone al mondo non ha accesso a una casa dignitosa a causa della diseguale ripartizione nelle risorse, delle guerre e dell’insicurezza nel possesso della terra.

Prima del 2030 questo numero sarà raddoppiato, nonostante l’impegno di tutti governi del pianeta a migliorare le condizioni abitative di 100 milioni di persone prive di una casa dignitosa, entro il 2020.

Questa meta degli obiettivi del millennio e’ stata formulata senza tenere conto del fatto che la sfida non può essere solo migliorare le condizioni abitative di una parte dei male alloggiati, ma deve promuovere politiche socio-economiche che diminuiscano la crescita della povertà dei senzatetto, il cui numero previsto per il 2020 e’ di 1700 milioni di persone (fonte: UN-Habitat )
Di fronte a questa situazione, l’Alleanza Internazionale degli Abitanti (IAI), ha lanciato al Forum Mondiale di Mumbai (gennaio 2004) la campagna “Sfratti zero!”, dando impulso ad iniziative a Nairobi, nella Repubblica Dominicana, in Perú, Francia e Italia.
Queste lotte possono avere un impatto a lunga scadenza solo con politiche di riconversione del debito estero in Fondi Popolari per il Diritto alla Terra e alla Casa.
Questi fondi devono essere finanziati con risorse provenienti dalla conversione del debito in politiche pubbliche abitative sotto il controllo delle organizzazioni degli abitanti e con chiari meccanismi per garantirne la trasparenza. Proponiamo alle reti internazionali di solidarietà, degli abitanti e dei contadini, come Giubileo Sud, CADTM, Via Campesina, di sviluppare alleanze fra organizzazioni dei paesi creditori e debitori, che permettano di aprire negoziazioni per cancellare e convertire il debito estero.

Hoy mas de mil millones de personas en el mundo no tienen accesso a una vivienda digna debido a la desigualdad de la repartición de recursos, a las guerras y a la inseguridad de la tenencia de la tierra. Ante el año 2030 este numero habrá duplicado, no obstante el compromiso de todos los gobiernos del planeta de mejorar las condiciones habitacionales de 100 millones de mal alojados ante el año 2020. Ya esta meta (11) de los objetivos del milenio esta formulada sin tener en cuenta que el desafio no puede ser solo mejorar las condiciones habitacionales de una parte de los mal alojados, sino impulsar politicas socio-economicas que disminuyan el crecimiento de la pobreza y de los sin techo cuyo numero previsional para el ano 2020 es mil 700 millones de personas (UN-Habitat ).

Frente a esta situación la Alianza Internacional de Habitantes (AIH) lanzó en el Foro Social Mundial de Mumbai (enero 2004) la Campaña “Desalojo Cero!”, impulsando, entre otras, iniciativas en Nairobi, Republica Dominicana, Perú, Francia, Italia.

Estas luchas solo pueden tener un impacto a largo plazo con politicas de conversión de la deuda externa en Fondos Populares por el Derecho a la Tierra y la Vivienda.
Estos fondos deben ser financiados con recursos procedentes del cambio entre la deuda y las politicas publicas habitacionales bajo control de las organizaciones de habitantes y con claros mecanismos para garantizar la transparencia.
La seguridad de la tenencia es aprobada por la Convención Internacional sobre los Derechos Economicos Sociales y Culturales (ratificadas por 176 Paises) y por la Agenda Habitat y Agenda 21, que suscriben el compromiso de los gobiernos en la reubicación consensuada en caso que el desalojo sea inevitable.
Cual es la razon por la cual los gobiernos no cumplen con estos compromisos?
Son muchos ya los casos (de Nairobi a Karachi a Lima a Santo Domingo) de gobiernos que favorecen las inversiones extranjeras sobre infraestructuras que impactan viviendas populares sin tomar en cuenta a los pobladores. Se dice que estas inversiones son inprescindibles para el pago de los intereses generados por la deuda externa. De hecho, esta politica inhumana genera una nueva deuda social.
Los programas de ONU, como Ciudades sin tugurios, de Alianza de las Ciudades, no pueden tener un impacto verdadero ya que no enfrentan la cuestion central de la deuda externa y solo cuentan con fondos irrisorios y lejos del 0,7% del PBI con que tendrian que cumplir los Paises donadores.
Con este proposito proponemos a las redes internacionales de solidaridad, de habitantes y campesinos tal como Jubileo Sur , CADTM , Via Campesina , Alianza Internacional de Habitantes desarrollar asociaciones entre organizaciones de los paises acreededores y deudores que permitan abrir negociaciones para cancelar y convertir la deuda externa.