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Zero Evictions Campaign

Sobre la jornada de movilización social en Rusia

El sábado 25 de octubre de 2008, en más de 32 ciudades de Rusia, se desarrollaron acciones de protesta en el marco de la « Jornada de la cólera social ». Esta jornada, preparada desde hace meses por una amplia red de movimientos sociales de varias regiones, marcó el inicio de las movilizaciones sociales de base en la escena pública rusa. Por primera vez los medios de comunicación rusos cubrieron ampliamente los eventos y destacaron la emergencia de un fenómeno no identificado hasta ahora: gente que no son ni esbirros del Kremlim, ni apparatchiks de partidos, « gente como todo el mundo » han manifestado juntos el mismo día por las mismas reivindicaciones y en nombre del mismo slogan: « ¡el poder bajo el control ciudadano! ».

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Una semana antes del lanzamiento de la jornada Gary Kasparov, el ex campeón de ajedrez convertido en campeón anti Putin, sostuvo una conferencia de prensa en la que él presentó esta acción como una enésima etapa de la movilización anti Kremlim. Sin embargo, los representantes de varios comités de organización regionales reaccionaron inmediatamente para denunciar la acaparación de la protesta social por el equipo de Kasparov, poniendo en duda su derecho de manipular las iniciativas sociales autónomas.

Los medios de comunicación se sintieron un poco desconcertados, no sabiendo como tratar este « movimiento del 25 octubre », no encontrando líderes nacionales, ni grandes partidos políticos (Iabloko y el partido comunista rehusaron oficialmente de participar en la reunión que se realizó en Moscú, por ejemplo). Algunos rápidamente se burlaron de una « Jornada de cólera sin cólera » (no hubo acciones de « coque » apreciadas por la coalición Kasparov para suscitar el escándalo) o « concentraciones de enanos »...

Claro está que lo que se llama en Occidente movimientos « grassroot » (de la base) existe de forma clara y evidente en Rusia. No son movimientos de masas, sino que ellos tienen su discurso, sus reivindicaciones, su propia capacidad de movilización.

Volvamos entonces a lo que ocurrió el 25 de octubre.

Manifestaciones de todo tipo tuvieron lugar en más de 32 ciudades del país, desde Kaliningrado al extremo oeste hasta Sakhalina en el extremo este, desde San Petesburgo en el norte hasta Astracán en el sur. Las acciones más masivas se desarrollaron en Moscú (700 personas) y en la capital de la república de Oudmourtie, Ijevsk (cerca de 1000 manifestantes). Luego vino San Petesburgo (300), Kirov (300), Irkoutsk (300), Sotchi (200), Tiumen (200), Solnetchnogorsk en los suburbios de Moscú (200) y Perm (más de 100 personas). En las otras regiones, el número de protestantes iba de una treintena a una centena. En algunas ciudades (en Tcheliabinsk, Rostov sobre el Don) las acciones fueron prohibidas y algunos organizadores arrestados, en otras, ellas fueron repelidas en el tiempo, bajo la presión de las autoridades locales (Oufa, Kasnoobsk en la región de Novosibirsk).

En total en todo el país, esto hacía aproximadamente 5000 personas « en cólera ». Es irrisorio, - sugieren algunos comentadores. Es mucho, - replican los iniciadores, recordando las características de la movilización: grupos de base poco coordinados entre ellos y actuando localmente, medios financieros casi ausentes, cabezas de afiches inexistentes.

En Moscú la concentración fue organizada por el Soviet (Consejo) de grupos de iniciativa de habitantes en lucha contra la densificación de las construcciones inmobiliarias. Participaron decenas de otros movimientos: los « co inversionistas engañados » (aquellos que invirtieron sus economías en sociedades inmobiliarias sospechosas que jamás terminaron la construcción de inmuebles cofinanciados por los pequeños ahorrantes), los habitantes de hogares de trabajadores, los habitantes de Himki (un suburbio de Moscú) por la defensa del parque local, los habitantes de Balachikha (otro suburbio) contra la corrupción del poder local, el de la autogestión de inmuebles (« Solidaridad habitante »), los sindicatos libres (los Moscovitas recibieron así la visita sorpresa luego de la reunión de una delegación de ALROSA, el gigante diamante ruso cuyo líder sindical pasa su segundo mes en prisión por falsa acusación), los ecologistas, etc. Además, a excepción de los partidos oficialmente reconocidos, todos los grupos políticos estaban presentes: grupos trotskistas, Frente de Izquierda, la Vanguardia de la Juventud comunista, etc. El ambiente era cálido y militantes. Las intervenciones de los oradores se sucedieron a un ritmo desenfrenado, cada uno exponiendo en dos palabras su lucha y terminando en general por un llamado a la solidaridad y una denuncia del poder local corrompido y mafioso. La concentración fue perturbada por bombas de humo lanzadas por provocadores de un movimiento de juventud pro Kremlim. Sin embargo este incidente no menoscabó el espíritu combatiente de los manifestantes que terminaron la reunión lanzando la iniciativa de un referéndum local y exigiendo la dimisión de Iouri Loujkov, el alcalde de Moscú.

En Ijevsk, al llamado del muy conocido localmente « Soviet de coordinación de las acciones ciudadanas » respondieron movimientos tan diversos como la asociación de retirados, el movimiento de « co inversionistas estafados », la asociación de los defensores de los jardines obreros, el movimiento de los habitantes de los hogares de trabajadores, el sindicato de la fábrica « Ijmach » en lucha contra el cierre de su fábrica, militantes antirracistas y anarquistas. La concentración concluyó en manifestación, al final de la cual los participantes pegaron a lo largo de una empalizada afiches reclamando la dimisión del presidente de la república de Oudmourtie Alexandre Volkov.

En Perm, los manifestantes inauguraron la « Plaza de la cólera » el tiempo de dos horas de reunión, sobre todo consagrado a los problemas de los habitantes de hogares de trabajadores y de estudiantes (que llevan la lucha por la mantención de las reducciones estudiantes en el transporte en común).

En Irkoutsk en torno del Soviet de coordinación de las iniciativas sociales se congregaron asociaciones de inválidos, militantes de la causa de la vivienda, retirados, anarquistas y ecologistas. Los slogans principales eran: « ¡Sal a la calle, retoma posesión de tu ciudad! » y « ¡El ladrón debe estar en prisión, no en una oficina ministerial! ». Se adoptó una resolución especial concerniente al cierre de la fábrica de papel de Baïkal: este cierre era exigido desde hace tiempo por el movimiento ecologista, ella es intervenida a consecuencia de la crisis económica, pero sin ninguna medida de saneamiento ecológico y sin plan social.

En Sotchi salieron a protestar los habitantes de las zonas amenazadas por las expulsiones y expropiaciones forzadas de terrenos por las « necesidades » de los Juegos Olímpicos de 2014. La tensión aumenta en la región, las autoridades multiplican las promesas mientras que los habitantes afectados esperan sierre reales negociaciones. Luego de la concentración (completamente ignorada por los medios), los manifestantes decidieron fundar una « Unión de habitantes de la planicie Imerekinski », la zona más amenazada, donde los actos de desobediencia civil se han multiplicado estos últimos tiempos.

He aquí algunas aclaraciones para dar una idea de la variedad de temas y de la influencia en el « terreno ». Sin embargo, es importante destacar que además de las reivindicaciones locales, todas las ciudades que participan en la jornada de acción adoptaron la misma lista de reivindicaciones comunes dirigidas el poder federal, relacionadas principalmente con el derecho a la huelga, la reforma del sistema de retiro, el derecho a una educación para todos, y, sobre todo, la vivienda y la ciudad (derecho a un medioambiente de vida favorable, restauración de inmuebles deteriorados a costa del presupuesto del Estado, el fin del sabotaje por los poderes locales del derecho a la autogestión de los condominios, la sumisión a referéndum local de todo proyecto inmobiliario, la prohibición de las expulsiones y expropiaciones forzadas).

Para terminar, citamos el extracto de una entrevista en « Radio Svoboda » a Sergeï Udaltov, uno de los jóvenes líderes del « Frente de Izquierda » y del Soviet de los grupos de iniciativa de Moscú: « ...salieron a la calle militantes sociales, no políticos - los partidos políticos se encuentran hoy en una profunda crisis - los militantes sociales que jamás antes se habían movilizado a tal escala. Es por esto que algunas centenas de personas se manifestaron en Moscú, San Petesburgo y en otras ciudades, esto no es poco, es, por el contrario, mucho. Se trata justamente de los más activos, los menos indiferentes de nuestros ciudadanos, en torno a los cuales se afirmará esta sociedad civil de la cual todo el mundo habla, en torno de los que se forman estructuras de organización de la sociedad. En una situación donde los poderes nos incitan a callarnos, a permanecer tranquilamente en nuestras casas, a no salir a la calle, estas pocas centenas de personas valen su peso en oro. Yo pienso que ellas serán la base de la nueva Rusia, la Rusia que seguirá otro camino diferente ».

Carine Clément